La Fundación Ezute apoyó desde el inicio las actividades de especificación del boleto electrónico y la implantación de esta tecnología en el municipio de São Paulo. Ya en el 2002, São Paulo Transportes S/A (SPTrans), autarquía que gestiona el sistema de transporte público por autobuses y minibuses en la capital paulista, tenía claridad de la importancia y urgencia de modernización en el sector, pero encontraba dificultad para enfrentar y domar un ambiente complejo e insular. El objetivo era integrar 14,5 mil autobuses y minibuses al nuevo modelo de transporte de la ciudad. Ezute trabajó en la elaboración del Centro de Sistema Integrado de Monitoramento y del Sistema de Bilhetagem Eletrônico. La tecnología brasileña aún no había enfrentado un proceso con tamaña complejidad en el servicio público metropolitano. Y la solución fue construida paso a paso, exigiendo mejoras permanentes. 

El Bilhete Único representó un cambio de paradigmas y dejó un legado social, aprobado por los paulistas, principalmente cuando evolucionó para ofrecer diferentes aplicaciones como la tarjeta del estudiante, del anciano y para promociones en días conmemorativos.